Sol del río, se complace en presentar su nueva exposición TRES MÁS TRES. Esta incluye las propuestas de tres artistas Salvadoreños y tres Guatemaltecos, con los que hemos caminado y nos han acompañado durante años en nuestro recorrido como espacio, buscando crear diálogos y puntos de encuentro o desencuentro entre las múltiples propuestas con artistas locales y de la región.
Dentro de las propuestas que propone esta muestra, encontramos diferentes expresiones en el dibujo, escultura, pintura, fotografía, fotograbado, e instalación. Esta puesta en escena, pretende sumergir al espectador en diferentes realidades, que convergen en un mismo lenguaje.
Comenzamos el recorrido con una dosis de naturaleza. Verónica Vides, trabaja su obra con tal estética que habla de la dualidad, tal y como se muestra en la naturaleza.
Walterio Iraheta, se ha convertido en creador de lenguajes, mostrando objetos, juguetes, llevándolo desde lo masivo a lo original.
Simón Vega, recrea espacios, historias y realidades. Su línea de trabajo es inconfundible, presenta con sutileza, “bocetos” que llevan una compleja construcción y una semiótica perenne, combina estereotipos de dos mundos paralelos, uno desarrollado y otro en vías de desarrollo.
Luis González Palma, desarrolla una reflexión con imágenes astronómicas. Ésta serie la llama “Koan” cuyo significado es: una pregunta sin solución lógica, y tiene como objetivo romper las pautas normales de pensamiento e introducirse en una súbita conciencia de iluminación, según la filosofía Zen. De forma conceptual Luis, incursiona en algo que él llama “abstracción lírica” la cual es una forma de acceder a una conciencia más compleja y profunda, a la búsqueda de una realidad relacionada con el vacío y el espacio sagrado. Busca entonces cuestionarse y que podamos nosotros como espectadores cuestionarnos sobre ese universo que conforma el vacío, la nada.
Norman Morales, presenta “La Deriva”, el cual es un ejercicio artístico y cotidiano, planteado por un grupo de artistas revolucionarios que se denominaron, situacioncitas, el cual advertía el poder político implicado de desplazarse a través de la ciudad sin un rumbo determinado, en busca de experiencias desconocidas, con el objetivo de cambiar la manera de ver y experimentar la vida urbana.
Sandra Monterroso, se inspira en formas orgánicas, tales como conchas de mar enfermas ya que cuando el mar está contaminado, se produce una mancha roja llamada marea roja; así hay hongos que crecen en el tronco de los árboles que para ella son en su conjunto símbolos femeninos y masculinos que quedan petrificados en la pintura, los cuales ya mezclados con acrílico, tinta china y achiote quedan también afectados como penetrantes sanadores.
Es así como recorremos ésta muestra, que presentamos al público todo el mes de agosto, mostrando diálogos convergentes y propuestas únicas.