Existe un interés en la naturaleza y en su morfosis como obra del azar y lo inevitable que marca nuestra historia, razón de nuestra existencia. De la que figuran superficies que prometen espacios para volver a construir en ellos.
Visibilizo una interpretación de la esencia, que se encuentra dentro de nuestro contexto (objetos, montañas, paisajes etc.) donde todo lo que vemos se puede resumir en figuras geométricas; en la palabra escrita, que manejada con cierta intensidad se libera de una función específica; y del sonido (el audio), como algo continuo, en la que el mismo lo presento como una situación ideal, no real; y al poder deconstruir o empezar desde cero, como esa labor en lo cotidiano y dentro de la sociedad en la que vivimos. Una sociedad caracterizada por mucho de lo mismo, que en mi trabajo resulta en un análisis de variaciones recurrentes ilimitadas.