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Crónica de un inicio

Actualizado: 25 ago 2020

La galería Sol del Rio no es solo un espacio para enmarcar, observar y adquirir arte, es un punto de encuentro, para artistas, coleccionistas y gente que gusta el simple placer de mirar arte.

Sol del Rio da un paso más en medio de la pandemia. Ahora establece un diálogo con usted a través de este blog. Quiere contar su historia. A esta galería de arte como otras, conducen el destino del arte visual en Guatemala, ante la ausencia de un responsable nacional en estas funciones de promoción y difusión del arte que se produce en estas tierras. Pero se olvida que como galería de arte Sol del Rio forma parte de la economía naranja, y forma parte de lo que el filósofo Arthur Danto denomina “mundo del arte” y dentro de este mundo el mercado del arte, que en nuestro país conviven incestuosamente juntos.


Sol del Rio existe en la Ciudad de Guatemala desde 1979, hace 41 años, fundado por Alicia y Víctor Martínez, ubicado en la 6ª. avenida “A”, entre la 1ra. y 2ª. calle de la zona 9. Su primer aporte en las artes visuales fue algo que tal vez para muchos es insignificante, el enmarcado. Fueron pioneros en traer a Guatemala la moldura de aluminio, que trae consigo una serie de ventajas, frente a la madera. Pero también se especializaron en el manejo y empaque de la obra de arte. Dejaron de usar cartón foto como soporte para colocar las acuarelas y grabados, y lo sustituyeron por cartones libres de acidez y más adelante lo que se conoce como foam board, con cortes biselados a cuarenta y cinco grados, que producen un efecto de profundidad y preservación a las obras ante el vidrio. Desde sus inicios Sol del Rio fue audaz y cambió el concepto de enmarcado: mezcló diferentes tipos de molduras, algunas sobre puestas, y enmarcado de objetos, pero también una novedad vidrio sin brillo. Hay que tener en cuenta que el número de galerías de arte era escaso, y el enmarcado era realizado por vidrierías.


Gracias a la novedad del enmarcado que introdujo Sol del Rio, se acercaron artistas a poner marcos o bastidores a sus trabajos. Al parecer de Víctor y Alicia, muchas de esas obras no merecían estar en una bodega en espera de sus dueños, entonces empezaron a exhibirlas en el propio espacio de recepción de trabajos de marquetería. Al llegar se podría apreciar a veces, obra de Roberto González Goyri, Moisés Barrios, Manuel González Bolaños, entre otros. Pero el otro componente que tuvo y mantiene esta galería son las largas y amenas conversaciones con Víctor, sobre temas de arte y artistas, con Alicia, o con los que hacían el enmarcado.



El contexto cultural de la época, estaba marcado por las postrimerías del conflicto armado interno y aires de interés en el arte; su epicentro fue La Antigua Guatemala, época en que se abrió la Librería Del Pensativo, la resurrección de los Festivales de Arte y Cultura que coordinó la Fundación Paiz, y una galería que llegaría a ser un parteaguas para la historia del arte del país, Imaginaria. Las galerías de la época y los artistas se replegaron a productos propios del mercado del arte, a tal punto que obras con gran contenido simbólico (no aptas solo para decorar) no encontraban espacio de exhibición, se vivía el letargo del fin de la modernidad.


Sol del Rio cambió de local, trasladándose a la 5ª. avenida y 10 calle esquina de la zona 9. Una casa que fue transformada en un cubo blanco, con dos grandes espacios para exhibición y un área especial para enmarcado. Una nueva etapa, parecida a un terremoto en el mundo del arte guatemalteco estaba por producirse.



Continuará…


Miguel Flores Castellanos Fragmento de una investigación en curso sobre las galerías de arte en Guatemala.




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