Jorge de León utiliza la ciudad como punto de partida, tema recurrente en su obra, que no por repetirlo nos deja de mostrar algo nuevo. Los dibujos, objetos y construcciones en esta exposición crean una tensión palpable, entre objeto e imagen, basándose en materiales con carga histórica que nos hace cuestionar nuestra realidad imaginada y construida.
En “Trickster Makes This World “ Lewis Hyde crea la analogía de artistas como seres engañosos, aquellos que nos juegan la vuelta.
“El Trickster (Embaucador) sabe como resbalarse por los poros, y como taparlos, confundiendo las polaridades retorciéndolas en lo que encubre sus huellas y altera sus significados, es politrópico, cambia de piel y forma conforme la situación lo necesite”
Lewis Hyde, “Trickster Makes This World” pg. 62
Quiero proponer que veamos la serie presentada hoy sin polarizar el juego y la gravedad, sin juicio y con la misma actitud cruda con que Jorge nos la entrega. Cada serie de bloques busca y nos revela algo, permitiéndonos entrar a la cuidad utilizando el módulo como punto de partida para entender la historia, acumulación destrucción y creación diaria de Guatemala.
Jorge utiliza la perspectiva como una manera de engancharnos y para engañarnos. Por un momento nos sentimos adentro de sus dibujos y si no lo pensamos mucho la imagen se juega y nos revela que estamos afuera, o es que es al revés el asunto? Somos los observadores o los observados? Los que pertenecemos o los que vivimos al margen de la historia? Y a qué historia es que pertenecemos? A la tradición del óleo o somos coleccionistas de la historia desechada viendo de ver como chapucear algo nuevo?
Si leemos los materiales brutos de esta exposición vemos como el sentido de humor de Jorge se revela y como de su manera de trabajar con imágenes y materiales limitadas surge una realidad más pesada. De cierta manera los “bloques” existen de una manera simple, aludiendo al factor más básico de construcción. Es por medio de estos materiales industriales pero no sin carga social que cada bloque nos voltea nuestras referencias articulando la historia y transformándola en un material moldeable; agenciando y burlando a su creador y espectador. Los bloques generan y destruyen a la vez mostrando una imagen generalizada de cotidianidad de Guatemala pero sin dejar de apuntar a la especificidad cruda en la que vivimos. El módulo acumulado permite construir, un acto de repetir bloque sobre bloque pero sin necesariamente dejarnos el momento para cuestionar sobre qué y con qué es que realizamos dichas construcciones.
Podemos ver esta exposición como una caminata con Jorge por la zona 1, masticando nuevamente sus intereses y temáticas que son presentados con la misma desnudez y franqueza que lo identifica. Y porqué no verlo así pues es una experiencia similar: es un espacio en donde las conversaciones oscilan entre la levedad y la pesadez, entre la gravedad y el humor. Aquellos pasos que pesan, como objetos de concreto, pero que a la distancia hay una imagen prometedora que nos motiva seguir andando con una ingenuidad patética y optimista.
Hellen Ascoli